Un escape de gas puede acabar en incidente doméstico y como consecuencia en una tragedia muy lamentable. Saber identificarlo y tener claro cómo reaccionar en cada situación es clave para evitar cualquier tipo de riesgo. Reconocer una fuga de gas puede evitar problemas como incendios, explosiones e inhalaciones.
Los escapes de gas se suelen producir por descuido o por un mal mantenimiento de la instalación del gas.
Dependiendo del tamaño de la fuga, un escape de gas puede acabar en asfixia, intoxicación por inhalar monóxido de carbono, incendios e incluso explosiones. Los gases que se utilizan en casa pueden ser de dos tipos:
Gas natural, que es una mezcla de gases ligeros que se obtienen directamente de yacimientos
Gases GLP, que son los gases licuados del petróleo, algunos de ellos son el butano y el propano.
Aprender a reconocer un escape de gas y saber cómo se debe actuar es de vital importancia para evitar accidentes, independientemente del tipo de gas que sea.
¿Cómo reconocer un escape de gas?
Como usuario de gas puede reconocer si existe una fuga fijándose en una serie de aspectos que comentamos a continuación y que resultarán de ayuda en ese aspecto:
Olor característico a gas: ninguno de los gases que utilizamos en casa (el gas natural, el butano o el propano) tiene olor propio. Por eso, los proveedores le añaden un aroma llamado mercaptano que permite su reconocimiento en caso de fuga.
Silbido de gas: en caso de fuga, la presión con la que sale el gas producirá un sonido similar a un silbido.
Burbujas en agua estancada: en caso de que el escape tenga lugar en el exterior de la vivienda (por ejemplo si tenemos una barbacoa de gas o una estufa portátil) buscar burbujas en agua estancada es un indicador de que hay un escape de gas.
Actuar frente a un escape de gas
La premisa antes de actuar frente a un escape de gas es evaluar la gravedad de la situación. Antes de tomar ninguna medida, comprueba cuál es el nivel de emergencia. Es decir, si el olor a gas es perceptible pero no es muy fuerte, puede que sea una pequeña fuga.
Pero si resulta imposible respirar o el olor a huevos podridos es insoportable, entonces seguramente estemos ante un escape de gas importante. Si la fuga es pequeña, los pasos a seguir son:
Ventila la casa abriendo ventanas y contraventanas; retira también las cortinas para que pueda circular la máxima corriente de aire posible. Si en tu caso se trata de un escape de butano o de propano, abre también las puertas, ya que estos gases pesan más que el aire y se quedan pegados al suelo.
Cierra la llave general de paso del gas.
Comprueba que los hornillos de la cocina están cerrados y si la llama piloto de tu caldera se ha apagado.
No enciendas ni enchufes ni ningún aparato eléctrico, ya que podrían saltar chispas y ocasionar una explosión o un incendio.
Tampoco enciendas cigarrillos ni nada que necesite de una llama.
No realices llamadas con el móvil. Sal a la calle cuando tengas que llamar a tu compañía del gas.
Contacta con tu proveedor de gas e informa de la incidencia. Si ellos no envían a un técnico, llama tú mismo a un técnico autorizado para que revise tu instalación de gas.
En caso de que hayas detectado una fuga importante:
- Evacúa la vivienda lo antes posible.
- No intentes encontrar el origen de la fuga, podrías sufrir un desmayo por el exceso de inhalación de monóxido de carbono.
- No enciendas ni enchufes ni ningún aparato eléctrico, ya que podrían saltar chispas y ocasionar una explosión o un incendio.
- Llama inmediatamente a tu compañía del gas y, si lo crees necesario, a los bomberos.
- No accedas a la vivienda hasta no recibir autorización.
- Si la llave de paso del contador está fuera de la vivienda, ciérrala, ya que en este punto no habrá riesgo por inhalación.
Consejos para prevenir un escape de gas
Evitar un escape de gas puede estar en nuestra mano llevando a cabo determinadas precauciones y teniendo en cuenta algunas recomendaciones. La parte más importante es la de las revisiones.
Revisar tu instalación de gas es más importante de lo que crees. Los accesorios de los cilindros y las tuberías del gas canalizado deben estar en perfecto estado para soportar la presión del gas que circula por ellas. Además, en caso de que tengas suministro en cilindros, algunos componentes como las mangueras tienen fecha de caducidad, por lo que es conveniente revisarlo a menudo o dejarla apuntada en un lugar visible que nos recuerde cuándo hay que cambiarla.
La inspección obligatoria del gas, así como la revisión del calentador de agua debe ayudar a que no haya accidentes. Sin embargo, estas revisiones se hacen cada 5 años, por lo que si queremos hacer una revisión antes de que se cumpla este plazo, deberemos hacerla por nuestra cuenta.
Algunos distribuidores de gas tienen sus propios servicios de mantenimiento, que puedes contratar junto con tu suministro. Cada uno de ellos incluirá diferentes servicios, pero casi siempre suelen contar con el valor de las revisiones periódicas. Por otra parte, hay una serie de trucos que puedes poner en práctica para evitar las indeseadas fugas de gas por descuido.
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